domingo, 17 de febrero de 2013

Jesús Castellanos: pasión y comunicación


          “Aquel avispado joven de baja estatura y de sigilosa presencia era un torrente de comunicación, de hábil oratoria, de agudeza imaginativa, de sensata valentía… Manantial de sabiduría y de sentimiento… Es bastante probable que nuestro llorado e irrepetible Jesús Alberto Castellanos Guerrero sea el cofrade que más positivamente haya influido y trabajado durante los últimos treinta años en el devenir y en la realidad actual de la Semana Santa Malagueña”. 

          Fue gracias al también desaparecido Agustín Clavijo con quien, a raíz de una de las muchas y elogiables actividades culturales/divulgativas que en favor de nuestra Semana Santa lideró aquel añorado e incansable profesor universitario, llegué a conocer al querido Jesús.

          La década de los pasados años ochenta estaba recién estrenada y por entonces afloraba un joven sector, crítico, apasionado y comprometido de la Málaga cofrade que, de descarada manera, iba abriendo en su “tradicional” seno un proceso revisionista creando/rescatando -al igual que otras muchas acciones- distintas corporaciones nazarenas, llamadas popularmente “nuevas cofradías”. Entre aquellos atrevidos muchachos, además de contar con la rica complicidad de significados veteranos como Lola Carrera, el padre Gamez, Rafael Pérez-Cea, etc., se encontraba el amigo Jesús siendo uno de los más capacitados, generosos y sinceros.

          A todo este cúmulo de circunstancias, quien suscribe estas breves líneas tuvo la suerte, en compañía de otros osados jovenzuelos, de poner en marcha diversas iniciativas mediáticas, tales como la realización de los primeros programas “Cruz Guía” en COPE-Málaga, la refundación del órgano agrupacionista “La Saeta”, la revulsiva programación semanasantera de la Cadena SER y las televisivas retransmisiones procesionales de las hoy extintas Canal Costa del Sol y Canal Málaga. 

          En todos estos materializados proyectos, de una manera más o menos activa, siempre estuvo como entusiasta colaborador el bueno de Jesús. Intuitivo sabedor de la importancia que los medios informativos tienen a la hora de poder influenciar en el por entonces inmovilista mundo de las hermandades y cofradías, aquel avispado joven de baja estatura y de sigilosa presencia era un torrente de comunicación, de habilidad oratoria, de agudeza imaginativa, de sensata valentía… Manantial de sabiduría y de sentimiento, especialmente cuando su voz sonaba en la Ser y la transparencia de sus honestas reflexiones provocaban dispares sensaciones entre los miles de fieles oyentes. Sus intervenciones, como complemento a las del resto de aquellos otros inolvidables pioneros colaboradores (Fernando Espinosa, Kiko Romero, Joaquín Fernández Doblas y los citados Lola Carrera, Rafael Pérez-Cea y Agustín Clavijo), fueron seguidas con harta expectación, generando singulares controversias entre algún que otro “fáctico” círculo cofradiero (Paco Toledo puede dar buena fe de ellas cuando fue presidente de la Agrupación). Por tanto, permanecer indiferente ante los razonados criterios de aquel sagaz hermano de “La Estrella” y luego también de los “Dolores del Puente” era casi imposible y así ha venido ocurriendo hasta el último día de su ejemplar existencia. 

          En las referidas impactantes transmisiones radiofónicas Jesús Castellanos podía gustar o disgustar -y gustó a la abrumadora mayoría de radioyentes-, sin embargo muy pocos y muy “señalados” fueron los que llegaron a cuestionar que sus francas palabras y argumentaciones no estuvieran llenas de autenticidad, de lucidez y de afán constructivo. 

          El tiempo, Cuaresma tras Cuaresma, ha ido dando sobradas razones a aquellos “revolucionarios” criterios suyos (y de muchos más); y todos ellos, unidos a sus magníficas aportaciones históricas, artísticas y gestoras, así como a su extraordinaria capacidad de trabajo, a su responsable compromiso con Málaga y a su gran calidad humana, es bastante probable que hayan contribuido a que nuestro llorado e irrepetible Jesús Alberto Castellanos Guerrero sea el cofrade que más positivamente haya influido y trabajado durante los últimos treinta años en el devenir y en la realidad actual de la Semana Santa Malagueña.

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Artículo publicado en La Saeta, de Otoño, órgano oficial de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de Málaga, tercera época, nº 50, Málaga, 2012.

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