sábado, 23 de febrero de 2013

La sabiduría de Gonzalo Fausto

¿Cuántos Gonzalo tenemos en el alrededor más cercano? ¿Cuántos niños, muchachos e incluso adultos se están perdiendo, nos estamos perdiendo la útil sabiduría de nuestros mayores? ¿Cuánto potencial humano venimos desaprovechando porque la “moderna” sociedad no tiene en cuenta ni se plantea la eficiencia que siempre pueden prestar sus seres más veteranos? Nunca como ahora la Humanidad ha dispuesto de tanta materia prima propia, de tanto conocimiento y experiencia de cara a afrontar y a superar sus permanentes retos de bienestar.

La sabiduría es algo que muy pocas personas jóvenes o maduras de mediana edad atesoran. Suele ser fruto de los conocimientos y de las experiencias que se han ido adquiriendo a lo largo del paso de los años, de ahí pues que el ser “sabio” se prodigue más en los hombres y mujeres que alcanzan cierta longevidad en su existir. Una gran parte de nuestros mayores -siempre en función del consabido estado de salud mental o física que se pueda tener-, conforman un amplio sector social con un enorme potencial de sapiencia que, lamentablemente, no es aprovechado en estos tiempos por las generaciones que les suceden. Si uno de los trascendentales avances del progreso en general y de la medicina en particular se determina con el paulatino aumento de la esperanza de vida de la población (82 años en España) (http://xurl.es/p72sb), no llego a entender entonces por qué la sociedad no se beneficia, no echa mano del manantial de valiosos recursos que sin lugar a dudas pueden aportar nuestros llamados “abuelos”.

MAS  EDAD,  MAS  SALUD  Y  MAS  CULTURA

         En épocas pasadas, cumplir en el calendario los sesenta ó setenta abriles y gozar a la vez de buenas facultades se consideraba como todo un mérito de la naturaleza y, por consiguiente, las personas que alcanzaban este hito vital eran muy pocas. Además, el nivel cultural o educativo de la población de antaño no solía tener, salvo raras excepciones, elevada altura y ello dificultaba también su útil encaje con la generación posterior que seguro estaría intelectualmente más “preparada” (http://xurl.es/eec4p). De tal manera, una buena porción de los avances de la “modernidad” de las últimas décadas ha servido para que el género humano, especialmente el de origen occidental, no sólo sea más “decano” y saludable en su supervivencia sino también más culto en su existencia. En defi nitiva, cabe concluir que nunca como ahora la Humanidad ha dispuesto de tanta materia prima propia, de tanta sabiduría, de cara a afrontar y a superar sus permanentes retos de bienestar.

         Es inconcebible, por tanto, lo que está ocurriendo hoy día con este gran segmento de la población que representan nuestros mayores ya jubilados, concretamente en aquellos que aún conservan buenas dosis de capacidad y de talento. Parece como si de ellos -tal y como ocurriera hace cuarenta o cincuenta años- no esperáramos ninguna otra utilidad aprovechable o quehacer diario que no fueran la de estar aferrados a la familia y así cuidar de la “prole”, cocinar, coser y planchar, solucionar alguna chapuza doméstica… Y, en el ámbito externo, acudir al hogar de la tercera edad de turno, disfrutar de una excursión o “viajito” del Inserso, pasear y tomar sol… ¡Cuánto caudal de vitalidad, de tiempo, de energía y de erudición sin optimizar con el bien común!

         Quede claro que el interés de quien suscribe estas letras no persigue la idea de que se prolongue la vida laboral de nuestros congéneres más maduros -en detrimento de los jóvenes y no tan jóvenes-, ya que sobre esta cuestión viene encargándose el Estado con la gradual e implacable ampliación de la edad de jubilación. Tampoco ha de interpretarse que nuestros patriarcas deban de desatender totalmente sus actividades particulares o sus responsabilidades familiares en favor de otros menesteres de relativa incumbencia.   

SIEMPRE  HAY  QUE HEREDAR  EL  SABER DE  LOS  MAYORES

         Partiendo del voluntarismo más libre y de la complementariedad más absoluta, con ELLOS se deberían procurar o disponer dos objetivos a la vez: por un lado, la posibilidad de mantener una plena y útil realización de quienes creen que ya lo han hecho todo en su existir y por otro, gracias a la susodicha realización, que la sociedad se beneficie de un altruista, plural, exclusivo y necesario gran servicio, de un don patrimonial único llamado “sabiduría”.

         La convulsa época actual, con tantas prisas y con tantas mediocridades, no puede prescindir de gente valiosa que, como nuestros mayores, seguro aportarían suficientes dotes de experiencias y de conocimientos para solventar la grave crisis de sabios valores en la que nos hemos metido. Día tras día se hace más indispensable heredar el “saber” que atesoran para así rescatar muchas de las virtudes humanas perdidas o en desuso.  Decencias que se han ido quedando por el camino de la engañosa “prosperidad” y a la que burdamente hemos pretendido alcanzar durante los últimos lustros.

Claro está que para que se den ese fundamental voluntarismo y esa obvia complementariedad en el vivir de quienes peinan o no peinan canas, los todavía no “jubilados” deberíamos arbitrar, bajo la tutela de las instituciones públicas y privadas, una serie de medidas, de motivaciones, de compensaciones, de reconocimientos y de facilidades que propiciaran su disponibilidad y ejercicio, de tal manera que todos fuéramos beneficiados, sin menoscabo de nadie.

Buen paradigma de esta eficiencia social a dimensionar se viene produciendo en bastantes ONGs, como los bancos de alimentos u otras entidades solidarias, en las que el quehacer de muchos de nuestros padres o abuelos está siendo modélica.

Y… ¿Por qué no ampliamos el campo de acción a otros ámbitos? El educativo, por ejemplo, es un sector estratégico primordial para que en centros escolares y universitarios también irradie el curtido saber, mezclándose con la joven sabia. Asimismo podríamos decir del sanitario, del artístico, del técnico, etc.

GONZALO  FAUSTO:  HOMBRE  SABIO  Y  BUENO

Jornadas atrás tuve el privilegio de compartir programa de televisión (*) con un “retirado” profesional de la información y de la comunicación periodística. Gonzalo Fausto, maestro de la prensa, de las agencias de noticias y de la radio, fogueado en tierras cordobesas, jienenses, extremeñas, norteafricanas y malagueñas, de condición siempre humilde y persona con virtudes en serio peligro de extinción, a sus casi 86 años de edad me dio toda una lección de noble Humanidad. Reacio en un primer momento a mi invitación televisiva de grabar cuarenta minutos de improvisada charla, fue decirle que los nietos bien merecían tener semejante recuerdo de su abuelo y el entrañable Gonzalo quedó entonces “touché”, no pudiendo ya mantener su inicial reticencia.    

Sensibilidad, agudeza, pulcritud, lucidez, inteligencia, modestia, madurez, viveza, cultura, ilusión, elegancia, generosidad, señorío, excelencia… Seguro que me quedo corto con tales epítetos para describir el exquisito magisterio de honorabilidad que mi longevo amigo puso de manifiesto ante las cámaras y micrófonos de los fascinados compañeros técnicos. Sublime recuerdo que, por suerte y al menos, ha quedado testimoniado también para gozo y aprendizaje de quienes no tenemos la fortuna de ser uno de los cuatro envidiados nietos del admirado Gonzalo Fausto.

A tenor de este prototipo de hombre sabio y bueno, alguna vez nos hemos preguntado ¿Cuántos Gonzalo tenemos en el alrededor más cercano? ¿Cuántos niños, muchachos e incluso adultos se están perdiendo, nos estamos perdiendo la útil sabiduría de nuestros mayores? ¿Cuánto potencial humano venimos desaprovechando porque la “moderna” sociedad no tiene en cuenta ni se plantea la competencia que siempre pueden prestar sus seres más veteranos? No me extraña, pues, que la crisis actual sea tan profunda y tan carente de valores.  

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(*) El programa televisivo "Cosa  de  dos", con  Gonzalo  Fausto  como invitado, será emitido por  Digital  Costa  del  Sol-TV  (canal 22 de TDT)  y  Antakira-TV (canal 31 de TDT)  el  lunes, 11  de  marzo, a  las  22'10  horas  y  por  Internet, online,  pinchando  la  siguiente  dirección: http://www.costadelsoltv.com/?page_id=33



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